jueves, 14 de junio de 2007

Cuentos de la Alhambra



En el blog de Daniel encuentro el testimonio de un musulmán, a principios del s.XX, que Irving Washington recoge en sus Cuentos de la Alhambra:

"Todavía reinarían los musulmanes si Boadbil no hubiera sido un traidor que entregó Granada a los cristianos. ¡Ojalá caiga sobre él la maldición de Alá!"
(...) Se consoló, sin embargo, convencido de que él podría y que la fortaleza de la nación española estaban en decadencia; de que algún día reconquistarían los árabes sus legítimos dominios, y de que no estaba muy lejos la hora en que se celebrase de nuevo el culto mahometano en la mezquita de Córdoba y un príncipe musulmán se sentase en el trono de la Alhambra.
Esta es la aspiración y la creencia generalizada entre los moros de Berbería: consideran a España, Al-Andalus, su legítima herencia, de la que fueron despojados por la violencia y la traición. (...) Elevan sus oraciones los viernes, implorando a Alá que apresure el momento en que la Alhambra sea restituida a los creyentes.

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