Kosovo, en los Balcanes, como cualquier barrio étnico de París o Berlín que se independizara. Una locura. El experimento de la nueva Europa, en plan austrohúngaro. Todo protectorados de una cabeza cada vez más confusa. Y eso no es plan. Los kosovares se han establecido en un ghetto voluntario y subsidiado, no menos guetto ni voluntario ni subsidiado que las poblaciones musulmanas de cualquier capital europea.
Aunque:
No tiene que ser fácil vivir en el mismo país con quien ayer te intentó aniquilar en una reciente guerra: 300.000 refugiados y la OTAN necesaria.
Serbia eligió democráticamente a Milosevic para que estrenara su nacional-comunismo en Kosovo. Y ahora sufren las consecuencias. Es lo que hay.
miércoles, 20 de febrero de 2008
Crónicas balcánicas
Publicado por Persio a las 12:07
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