El emir de los talibanes de Pakistán, Baitullah Mehsud, trata de consolar al padre de un terrorista suicida de 16 años: Mi religión me obliga a luchar contra los ocupantes (?) hasta la última gota de mi sangre.
Sin embargo, la sangre la puso el chaval.
domingo, 3 de febrero de 2008
Publicado por Persio a las 10:23
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