Bush reconoció que Libia estaba caminando en la buena dirección cuando liberó a Fathi El-Jahmi, cuyo único delito fue reunirse con diplomáticos norteamericanos y conceder alguna entrevista a las televisiones árabes.
Pero El-Jahmi fue encarcelado de nuevo dos semanas después. Y Bush no dijo nada.
El Presidente norteamericano, dentro del mundo árabe, será recordado por abandonar a los que inicialmente apoyó. ¿Realismo político? ¿USA se da cuenta de que la lucha por la libertad y la democracia en el seno del Islam es un imposible? ¿O que la democracia trae el islamismo?
En cualquier caso, según informa Amnistía Internacional, El-Jahmi no está recibiendo ningún tipo de tratamiento en prisión por sus problemas coronarios y de diabetes. Y su salud se deteriora por días.
jueves, 14 de febrero de 2008
El legado de Bush
Publicado por Persio a las 19:15
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